Date, historical event and historical period
Su origen etimológico procede del latín modius ferratus, es decir, medida ferrada. Las medidas para el grano eran cajones de madera que resultaban fáciles de modificar, con el consiguiente fraude. Para evitarlo, se impuso la obligación de herrarlos, poner herrajes y guarniciones de hierro en los cantos y vértices para impedir, o al menos dificultar, su modificación.
Desde la Baja Edad Media hasta el S. XIX, con la introducción del Sistema Métrico Decimal, en Europa se usaban dos formas de medición agraria
Las relacionadas con el tiempo, es decir, el tiempo de trabajo que era necesario para obtener una cosecha (en Galicia, la cavadura). Dos parcelas iguales podían requerir distintos tiempos para dar la misma cosecha.
Las relacionadas con la cantidad de semillas para obtener una cosecha (el caso que nos ocupa: el ferrado). Dos parcelas de distinta extensión podían dar la misma cosecha.
Aunque ya en el S. XIII, el rey Alfonso X El Sabio intentó homogeneizar estas medidas y, más tarde Alfonso XI de Castilla en 1348, Juan II de Castilla en 1435, los Reyes Católicos en 1488 y Felipe II en 1563 y 1568, no fue hasta 1849 cuando Isabel II firmó la Ley de Pesas y Medidas, por la que España se adhería al Sistema Métrico Decimal.
Fue así que las distintas y variadas unidades utilizadas en cada una de las regiones, dejaron de usarse para implantar un único criterio que, además, ya estaba vigente en otros países europeos, haciendo así más sencillo el comercio, no solo entre regiones españolas, sino también con otros países. Pese a ello, algunas de esas unidades han conseguido subsistir hasta nuestros días, entre ellas el ferrado.
Como es el caso de ste que fue tulizado durante el periodo de la posguerra civil española.